jueves, 12 de septiembre de 2013

Cosas maravillosas


1. La Domenica del Corriere 
(suplemento dominical del Corriere della Sera, periódico de Milán, Italia). 
Dibujo de Aquile Beltrame (24 de febrero de 1924).

2. Mirando a través de las puertas abiertas de las capillas funerarias.
Fotografía de Harry Burton obtenida de la placa original almacenada en el
Griffith Institute de Oxford (4 de febrero de 1924).

Al principio no pude ver nada ya que el aire caliente que salía de la cámara hacía titilar la llama de la vela, pero luego, cuando mis ojos se acostumbraron a la luz, los detalles del interior de la habitación emergieron lentamente de las tinieblas: animales extraños, estatuas y oro, por todas partes el brillo del oro. 


Por un momento, que debió parecer eterno a los otros que estaban esperando, quedé aturdido por la sorpresa y cuando Lord Carnarvon, incapaz de soportar la incertidumbre por más tiempo, preguntó ansiosamente: «¿Puede ver algo?», todo lo que pude hacer fue decir: «Sí, cosas maravillosas. Cosas maravillosas». (...) Aquí, en el extremo este, estaban las grandes puertas que iban a contestar a nuestra pregunta, cerradas y con el pestillo corrido, pero no selladas. Descorrimos ansiosamente los pestillos y abrimos las puertas de par en par; allí dentro había otra capilla, con puertas igualmente cerradas con pestillo y sobre él había un sello intacto. Estábamos decididos a no romperlo, ya que nuestras dudas no se habían disipado y no podíamos seguir adelante sin correr el riesgo de dañar seriamente el monumento. Creo que en aquel momento ni siquiera queríamos romper el sello, ya que un sentimiento de intrusión había caído pesadamente sobre nosotros al abrir las puertas, aumentado posiblemente por la situación casi hiriente de un paño mortuorio de lino, decorado con rosetas doradas, que colgaba en el interior de la capilla. Sentimos que estábamos en presencia de un rey muerto y le debíamos reverencia, y en nuestra imaginación podíamos ver las puertas de las sucesivas capillas abrirse una tras otra hasta que en la más profunda aparecería el mismo rey. Cuidadosamente y en el mayor silencio posible volvimos a cerrar las grandes puertas...


Howard Carter
La Tumba de Tutankhamón
Ediciones Orbis, S.A.